26/06/2020
Entrevista a la becaria doctoral CONICET Amalia Valeria Ibáñez Moro
Becaria CONICET UNSE estudia cómo se regenera un bosque nativo tras un incendio
La joven profesional desarrolla su tesis doctoral en el Instituto de Silvicultura y Manejo de Bosques (INSIMA) de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNSE. La temática que aborda está íntimamente relacionada con Santiago del Estero, ya que el área de estudio se ubica en la región Chaqueña Occidental.
Amalia Valeria Ibáñez Moro, es licenciada en Biología con Orientación en Botánica, se formó en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Al finalizar su carrera, con el deseo de volver a la ciudad natal de su padre, tomó la decisión de postularse para la Beca Doctoral CONICET en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE). Hoy, se encuentra transitando la etapa final de su investigación sobre ecología del fuego y, sumando compromisos en la Facultad de Ciencias Forestales como auxiliar docente en la cátedra de Botánica General (INSIMA), lo que le permitió fortalecerse en el ámbito educativo.
Su proyecto aborda el efecto del fuego en el banco de semillas de especies leñosas nativas del Chaco Semiárido. En una entrevista brindada en el marco del día de los biólogos y biólogas, la tesista dio detalles para entender su investigación.
“El banco de semillas, es un reservorio de semillas en el suelo, con la capacidad de germinar. El fuego en muchos sistemas forestales, sobre todo en los bosques de esta región es una herramienta de manejo que se utiliza desde épocas precolombinas y que, a partir de la década del 1970, su uso fue aumentando con fines productivos en áreas abiertas sujetas a explotación ganadera, y más recientemente, para el control de arbustivas en sistemas silvopastoriles”, señaló
A través de este proyecto, “se estudia acerca de si las características que tienen las semillas de las especies leñosas, les permiten sobrevivir frente a este tipo de disturbio, o bien si el fuego estimula su germinación”.
La becaria explicó que “la importancia de este tipo de investigación se basa en que a través de los resultados se puede contribuir a mejorar planes de manejo en bosques del Chaco, y en otras regiones con características similares, ya que es una realidad que el fuego se sigue utilizando como una herramienta de manejo”.
Y agregó: “Un mal uso de esta herramienta, en términos de conservación podría comprometer la regeneración de las especies vegetales a través de la reproducción sexual, limitando el mantenimiento de la variabilidad genética y el tamaño de las poblaciones naturales”.
Al proyecto, lo lleva adelante bajo la dirección de la Dra. Sandra Bravo, bióloga y docente de la Facultad de Ciencias Forestales (FCF).
Temática local
La temática que aborda Ibáñez Moro, está íntimamente relacionada con Santiago del Estero, ya que el área de estudio se ubica en la región Chaqueña Occidental, provincia de Santiago del Estero. El sitio de estudio se localiza en el Campo Experimental Francisco Cantos perteneciente a Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
“Estos bosques se encuentran muy afectados por cambios en el uso de la tierra y por una creciente recurrencia y severidad de disturbios, como el fuego, las inundaciones, la explotación ganadera. Las especies de árboles que estudiamos y que conforman este tipo de bosque poseen una gran importancia desde el punto de vista ecológico y productivo a escala regional”, subrayó.
Ibáñez Moro sostiene que en su caso el rol que desempeña como bióloga “es poder profundizar en el estudio de las plantas, cómo coexisten en los diferentes ambientes, cuáles son las estrategias que poseen para sobrevivir en ambientes disturbados por el hombre”. También le interesa saber “cómo el hombre se relaciona y cuál es la percepción que poseen con respecto al aporte y el rol que cumplen las plantas en la naturaleza”.
“El rol de un biólogo/a – enfatizó- es el de poder comprender y explorar a través de investigaciones, para aportar y explicar cómo estos organismos funcionan e interactúan en su medio. Una característica que poseen es que siempre están preguntándose el ¿Cómo? y el ¿Para qué? De ciertos procesos naturales”.
Compromiso con su trabajo
En su día a día realiza diversas actividades que se desarrollan tanto en el laboratorio, que funciona dentro de la Catedra de Botánica de la FCF en el INSIMA, como en el campo.
En ambos espacios se incluye la planificación de viajes de campaña, recopilación de información tanto teórica como desde la apreciación a lo observado, se hace preguntas, se plantea hipótesis y objetivos para poder llevarlos adelante. En el campo se colectan muestras y observan cambios en laboratorio, etc.
Y una vez terminado los diferentes procesos de análisis desarrollan actividades, como ser manuscritos, trabajos científicos, charlas, con el fin de dar a conocer, no solo a la comunidad científica, sino a toda la sociedad, los resultados obtenidos.
Docencia y extensión
Dentro de las actividades que realiza se encuentra la docencia, donde se desempeña como auxiliar docente en la cátedra de Botánica, donde se brindan materias de primer año correspondientes a las Carreras de Ingeniería Forestal, Licenciatura en Ecología, Tecnicaturas en Vivero y Fitosanitaritas. Junto con sus compañeros, buscan la manera de despertar el interés y la curiosidad por la ciencia, “se comparten no solo los planteamientos de la curricula, sino también, las experiencias y saberes, el aprendizaje es mutuo”.
Y el amor por su trabajo la lleva siempre por nuevos caminos, con el objetivo de transmitir todos los conocimientos adquiridos a través de talleres, charlas a público en general.
Ante todo, considera que lo importante y fundamental es que “todo conocimiento adquirido, sea transmitido de la forma más simple, con el objetivo de que la información llegue a todos y que desde el lugar que cumplimos en la sociedad (y aquí no importan los títulos académicos), se pueda tomar conciencia de la importancia de cuidar la naturaleza, hacer uso de ella de la manera más sustentable y sostenible posible”.
¿Por qué es el día del Biólogo?
En Argentina, el 27 de junio fue instituido como día del Biólogo porque en esa fecha del año 1812 se realizó el primer acto oficial vinculado a esta profesión en el país. Fue por resolución del Triunvirato, a través de Bernardino Rivadavia, que se dio principio al establecimiento en la Capital de un Museo de Historia Natural.
Saludamos en esta ocasión especial a todos los Profesionales Biólogos/as que desarrollan su trabajo diario en la UNSE poniendo su esfuerzo, dedicación y entrega al servicio de la comunidad.